Muchos inversionistas latinoamericanos ven en Florida una excelente oportunidad para hacer crecer su patrimonio a través de bienes raíces. Sin embargo, surge una pregunta común: ¿puede una inversión inmobiliaria ayudar a obtener la residencia legal en Estados Unidos? La respuesta no es simple, pero existen algunas opciones que podrían explorarse.

1. Visa de Inversionista E-2 (Para Países con Tratado)
La visa E-2 está disponible para ciudadanos de países que tienen un tratado de comercio con EE.UU., como México, Argentina, Colombia y Chile. Algunos puntos clave:
Requiere una "inversión sustancial" en un negocio activo que genere empleo y actividad económica.
Comprar una propiedad para alquilar no es suficiente; sin embargo, si el inversor crea una empresa de bienes raíces (gestión de propiedades, desarrollo, compra y venta), podría calificar.
No hay un monto mínimo fijo de inversión, pero generalmente se recomienda invertir al menos $100,000 a $150,000.
El país de origen del inversionista no afecta el monto de inversión requerido, pero solo ciudadanos de países con tratados comerciales con EE.UU. pueden aplicar a esta visa. Brasil y Venezuela, por ejemplo, no están en la lista, a menos que el solicitante tenga doble nacionalidad con un país elegible.
No es una visa de residencia permanente, pero permite vivir y trabajar en EE.UU. mientras el negocio siga activo.
2. Programa de Inmigrante Inversionista EB-5
Este programa está diseñado para inversionistas con mayor capacidad de inversión y tiene requisitos específicos:
La inversión mínima es de $800,000 si se realiza en un área de empleo objetivo (TEA) o $1,050,000 en otras áreas.
Se debe demostrar que la inversión creará al menos 10 empleos a tiempo completo para trabajadores estadounidenses.
Puede ser una ruta hacia la residencia permanente (Green Card).
3. Visa L-1 (Para Expansión de Negocios)
Si el inversionista ya tiene un negocio en su país de origen y quiere abrir una sucursal en EE.UU., podría calificar para una visa L-1:
Debe demostrar que administrará activamente la nueva empresa.
Puede ser una opción viable si se planea establecer una empresa inmobiliaria con empleados y operaciones activas.
A diferencia de la visa E-2, la L-1 no depende de tratados internacionales, por lo que ciudadanos de países como Brasil pueden acceder a ella.
No hay un monto mínimo de inversión establecido, pero se debe demostrar que la empresa en EE.UU. es viable y operativa.
4. Otras Alternativas
Si bien la inversión inmobiliaria por sí sola no garantiza una visa, algunos inversionistas exploran otras opciones como:
Visas de trabajo (H-1B, O-1) si tienen habilidades especializadas.
Patrocinios familiares para quienes tienen familiares ciudadanos o residentes en EE.UU.
Conclusión
Invertir en bienes raíces en Florida es una excelente estrategia para generar ingresos y proteger el capital, pero no es una vía directa hacia la residencia legal. No obstante, si la inversión se estructura como un negocio activo, podría abrir puertas a opciones de visa como la E-2, EB-5 o L-1.
Como siempre, la mejor recomendación que puedo darte es consultar con un abogado de inmigración para evaluar la mejor estrategia según tu perfil y necesidades, no dejes tan importante decisión en manos inexpertas. Y recuerda, cada caso es diferente.
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